No llegó a tener nombre porque en proyecto se quedó. Aunque a posteriori, reconduje el tema hacia otros derroteros rescatando al «chinito» y bautizándolo como Ho-Tse-Lin. Incluso compré el dominio ho-tse-lin.com que aún conservo. Pero como suele decirse, esa es otra historia.
Lo que aquí muestro son los esbozos de un proyecto que en proyecto se quedó, incluso hay bocetos de los que me gusta llamar «de cuaderno de viaje». Todo esto como esbozo debe ser entendido y no solo me refiero al material gráfico, el concepto del juego en si también debe entenderse como un boceto. En lo que muestro hay «topicazos» entre otros muchos errores de bulto que no tendrían sentido en un trabajo elaborado. Las funcionalidades deberían ajustarse a unos objetivos bien definidos. En otras palabras…
Mi intención era, como suele decirse (aunque suene horrible), vender la idea a medicusmundi. Me puse en contacto con Javier Pagola (gran perodista y gran persona) en aquel momento director de comunicación de medicusmundi quien tuvo la amabilidad de acercarse a mi estudio para que pudiese exponerle la idea.
El tema le gustó, me atrevería a decir que le gustó mucho. Pero si por algo se caracteriza medicusmundi es por que son concienzudos y serios en el trabajo que desarrollan. En otras palabras, en mi arrojo e ignorancia juvenil aquello era eso para mi, simplemente un juego para niños. Pero si realmente había que embarcarse en hacer un proyecto similar debía ser en una dimensión que yo no había imaginado. Una dirección pedagógica y unos objetivos educativos debían ser los pilares del juego y debían estar fundamentados, no tenía definido un intervalo de edad,… etc. A partir de ahí es cuando puedes montar todo el tinglado: desarrollo, diseño,… Y no puedo estar más de acuerdo.
Por ejemplo y en otras palabras, echas mano del Tetris, que como todos sabemos ya está inventado. Te haces una versión a tu gusto y le cambias todas las tonterías que se te ocurran ¡No has inventado el Tetris! Alguna que otra vez le he dado vueltas a hacer un juego original, no una gansada, un juego simple pero que pudiera tener tirón, que fuera realmente distinto, peeeero…. Eso es como si soplas cristal por primera vez y te sale un porrón. Pero con un planteamiento así todo adquiere sentido, puesto que toda su mecánica tiene una misión, un objetivo bien definido. Un reto precioso se me abría de repente, pero de tal envergadura que asustaba un poco y ni siquiera teníamos claro si era el momento idóneo para afrontarlo. Así es como en boceto se quedó y para ser franco a día de hoy me encantaría poder acometer algo similar, nunca es tarde…