Puede que este sea uno de los más disparatados experimentos a los que he dedicado mi tiempo. Disparatado sí, pero sin duda el más divertido y probablemente uno de los más instructivos. EL GRAN HERMANO PULPO que con sus largos tentáculos controla todos los aspectos de una sociedad orweliana, propia de una descripción de Faemino y Cansado (¡Grandes!). Una sociedad en la que durante milenios se han dedicado esfuerzos a la creación de una tecnología tan sofisticada como absurda, pero que permite vivir en la estupidez con cierta comodidad.
Todo este despropósito 🙂 tiene que ver «todo» con la creación de la plataforma Ning por parte de Marc Andreessen (Netscape) y la inversora Gina Bianchini. Esta plataforma te permitía* crear una red social gratuita hasta un cierto número de inscritos (1.000 creo recordar, después había que pasar por caja) cuya particularidad era que te permitía insertar Flash y tus propios widgets… ¡Una maravilla!
Se puede decir perfectamente que este fue un experimento de bar. Necesitaba un tejido social y no se me ocurría ninguno mejor que el bar Londres de Pamplona. Era lo más parecido a ese micromundo orweliano del que hablaba que tenía más a mano. Además contaba con la inestimable ayuda del amigo Neme, propietario del garito e internauta social compulsivo.
No quiero extenderme mucho más hablando del experimento, como dije antes, fué muy divertido y se podrían contar mil anécdotas. Debo reconocer que en ciertos momentos la cosa se nos fue un «poco» de las manos, pero como laboratorio de red social fue un lujo y francamente lo considero un éxito, simplemente basándome en el número de suscripciones al entrar en el tramo de pago. Esto cumplía con creces mis expectativas.
Este último hecho sentenció la vida de la Hombre Pulpo Social Net Work. El pago no suponía un gran desembolso, era una cuestión de concepto y de tiempo, así se estipuló. Avisamos del cierre y se explicó todo, hubo muchos que deseaban que hubiera seguido funcionando y así nos lo hicieron saber. Incluso hubo alguna internauta que se enfadó un poco por el cierre, pero en general entre los «internautos» e internautas todo quedó en un ¡Qué pena!
Cabecera de la red donde se mostraba la foto de perfil. Esta era obligatoria para suscribirse (previa aprobación, no valía una del ratón Mickey o similar).
Una inversión de tiempo que me dejó una buena sensación y un magnífico resultado no solo a nivel de aprendizaje.
Se supone que esta es una web de empresa, pero parafraseando a Luis XIV. En esta empresa L’État, c’est moi por lo que me voy a permitir contar algo personal. Gracias a esta red, Ana y yo pasamos de ser amigos a ser pareja y hasta la fecha 🙂 No se me ocurre mejor resultado.
La pena es que no conservo pantallas del interfaz de la red, solo la cabecera web, algún banner, pero si otras cosas de las que muestro algunas a continuación.
Hombre-Pulpo. Red de transporte.
Hombre Pulpo Electronics.
Hombre Pulpo Entertainment.
Hombre Pulpo Sport Series.
(*) La plataforma Ning sigue existiendo aunque como es lógico ha cambiado muchísimo desde entonces, Ahora también te ofrece webs de plantilla etc.